Eliminación de plásticos de ríos, mares y océanos: las mejores estrategias
Lee másLa contaminación por plásticos es uno de los problemas medioambientales más preocupantes en la actualidad. La gigantesca producción, sobre todo de artículos de plástico «desechables», está poniendo seriamente a prueba nuestra capacidad para gestionarlos y eliminarlos. Especialmente en los países en desarrollo como, por ejemplo, Asia y África, el problema es más evidente porque los sistemas de recogida, eliminación y reciclaje en estos territorios son ineficaces cuando no inexistentes. La dificultad, en cualquier caso, concierne a todos los países, incluso a los industrialmente avanzados: realmente ya no se puede subestimar la gestión del plástico convertido en residuo. Este tipo de basura se está volviendo tan omnipresente que incluso las propias Naciones Unidas se han visto casi «obligadas» a elaborar un pacto mundial.
Una vez en el océano, es muy difícil recuperar los residuos plásticos: los sistemas mecánicos solo son eficaces si tienen que atrapar grandes trozos de plástico (como vasos, botellas, envases, bidones, etc.), pero en cuanto se convierten en microplásticos (que se degradan con el movimiento de las olas y se ven afectados por los rayos ultravioleta del sol) son prácticamente imposibles de recuperar.
Los ecologistas, los científicos y, más en general, las instituciones científicas, como, en primer lugar, la National Geographic Society, sostienen que la primera solución real a este problema es, en primer lugar, evitar el vertido «aguas arriba» de material plástico en ríos y mares.
Esto solo puede lograrse realizando grandes inversiones para ampliar y mejorar los sistemas de gestión y reciclaje de residuos plásticos, pero estos esfuerzos también, tienen que incluir la seria intención de proponer y proporcionar una «educación más sensible y sostenible» a productores y consumidores.
Por ello, informamos aquí del análisis y los resultados de este importante estudio publicado en la prestigiosa revista «Ocean and Coastal Management» sobre las estrategias más eficaces para eliminar el plástico de las aguas.
Lo primero que hay que examinar son los criterios de evaluación para identificar el mejor método. El estudio se basa en el uso de varios indicadores, entre ellos un análisis de costes y beneficios que sirve para evaluar eficazmente los beneficios de la estrategia adoptada, es decir, comparar la diferencia entre la cantidad real de plástico eliminada del medio ambiente y el coste real en que se ha incurrido para poner en marcha la estrategia adoptada (inversión inicial, costes de funcionamiento y costes de mantenimiento).
El estudio demuestra que, aunque las estrategias que tienen un menor coste de inversión operativa (entre las que se incluyen la retirada manual de plástico de las playas, el uso de barreras flotantes y los filtros de agua de lluvia) aquellas que requieren mayores costes de puesta en marcha y funcionamiento son, en realidad, las estrategias más eficaces; por poner un ejemplo: aunque el uso de embarcaciones (tanto dragas como skimmers móviles) requiere una mayor inversión (hasta casi 1 M€ de inversión y 0. 2 M€/año en costes de explotación y mantenimiento) su uso es, en última instancia, la solución más rentable. De hecho, los buques son capaces de retirar miles de toneladas de plástico al año, mientras que las barreras flotantes y los filtros tienen una capacidad mucho más limitada y su eficacia depende en gran medida de su posicionamiento.
En resumen, el resultado final del estudio demuestra que existen varias tecnologías e iniciativas operativas para eliminar el plástico de mares y ríos, pero no todas tienen el mismo grado de eficacia ni los mismos costes. Examinemos, pues, una por una, estas tecnologías e iniciativas e identifiquemos las más eficaces.
Recogida de plásticos en la playa
Entre las «mejores estrategias» para eliminar el plástico de ríos, mares y espacios adyacentes (como playas y costas) se encuentra sin duda la más clásica, económica y noble: el esfuerzo de operarios y voluntarios que, de playa en playa, se dedican a la recogida manual de residuos, entre ellos, precisamente, el plástico. Con el simple uso de sacos, guantes y rastrillos, o con la ayuda de elementos para la limpieza de playas, tirados por pequeños tractores, las playas se liberan de macroplásticos.
Filtros de agua de lluvia
Se trata de dispositivos utilizados para tratar el agua de drenaje procedente de superficies impermeables como tejados, aparcamientos y carreteras. Están diseñados y se utilizan para eliminar los contaminantes, los sedimentos y todas las sustancias que puedan estar presentes en el agua de drenaje antes de que se vierta en el sistema de recogida de aguas residuales o en las masas de agua circundantes, como lagos, ríos y océanos.
Filtros municipales de aguas residuales
Hoy en día, las aguas residuales municipales se recogen en la red de alcantarillado. El agua recogida en esta red se transporta a la planta de tratamiento más cercana. A continuación, el agua es tratada para eliminar los contaminantes y las sustancias nocivas antes de ser vertida a los ríos. Si las plantas están bien mantenidas, los procesos de depuración consiguen eliminar un alto porcentaje de microplásticos (aproximadamente entre el 69 y el 99%). Los microplásticos así eliminados se componen principalmente de microfibras que permanecen acumuladas en los lodos de depuración.
Barreras flotantes
Las barreras flotantes (booms en inglés) son auténticas barreras que atrapan los macroplásticos que flotan en la superficie de los mares y océanos. La colocación de las barreras flotantes sigue un patrón preciso: dependiendo de la zona de que se trate, las barreras se anclan, por ejemplo, a las orillas del delta de un río o en puentes o presas. El diseño de las barreras tiene en cuenta la morfología del contexto medioambiental en el que se colocarán y utilizarán y, en consecuencia, los anclajes especiales se diseñarán y construirán con precisión para no dañar la naturaleza y el paisaje. No obstante, las barreras requieren un mantenimiento, casi diario, y trabajos rutinarios y continuos para eliminar los residuos acumulados.
Contenedores marítimos
Los contenedores marítimos, anclados en puntos específicos (normalmente en las entradas de los puertos), son dispositivos semi sumergidos en el agua. Están equipados con una bomba accionada eléctricamente cuya función es crear una circulación forzada de agua hacia el contenedor. De este modo, el plástico que se encuentra en la superficie del agua se desliza hacia el interior del cubo, quedando atrapado mientras el agua limpia es empujada de nuevo al mar. He aquí y aquí un par de ejemplos.
Embarcaciones especializadas
Llamadas «dragas», son embarcaciones reales diseñadas para dragar el lecho marino y retirar cuerpos extraños (plástico y basura) del medio marino. También existe otro tipo de iniciativa para retirar el plástico de las aguas de los mares que también hace uso de embarcaciones: hablamos de «buques» que, equipados con redes, pueden filtrar mecánicamente los primeros metros o decenas de centímetros de la superficie del agua, como en uno y otro ejemplo. En este caso hablamos de los llamados skimmers móviles, es decir, dispositivos móviles que, como las papeleras marinas, actúan como auténticos «desagües», es decir, retienen los residuos y dejan pasar el resto; en este caso, sin embargo, los dispositivos pueden desplazarse.