Celebrado el 10 de noviembre de cada año, el Día Mundial de la Ciencia por la Paz y el Desarrollo, remarca la importancia que la ciencia juega en nuestra sociedad. Este día se instituyó forma definitiva en 2001, por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). La primera vez que se celebró fue en el 2002.

El Día Mundial de la Ciencia por la Paz y el Desarrollo tiene el objetivo de garantizar que los ciudadanos estén informados sobre la evolución y avances de las ciencias, creando un nexo de unión entre los ciudadanos y la ciencia. La celebración de este Día subraya el papel que tienen los científicos a la hora de ampliar nuestra comprensión de este único, maravilloso, pero frágil planeta, que todos llamamos y conocemos como “hogar” y hacer que nuestra sociedad sea más sostenible.

La finalidad de este Día es el de remarcar la importancia del papel desplegado y del trabajo desarrollado, a diario, por nuestros científicos, que intentan ayudarnos a entender a nuestro planeta y entorno de la forma más útil y simple posible, con el objetivo de trasformar a nuestra sociedad y su desarrollo y uso más sostenible, respetando a Nuestra Madre Naturaleza y preservando los recursos de nuestro planeta. Promover el intercambio de los resultados científicos en todo el mundo, es otro de los objetivos que se sitúan detrás de la celebración de este día; jornada en la que se evidencian los resultados recientes más destacados, más allá de llamar la atención sobre los grandes esfuerzos y los numerosos desafíos que la ciencia tiene que afrontar diariamente para recoger, analizar y exponer los resultados conseguidos.