El Día Mundial del Suelo ha sido proclamado en la sesión 64 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el día 20 de diciembre de 2013, después de haber reconocido el 5 de diciembre como día para conmemorar la importancia del suelo como componente vital para un sistema natural. El Día Mundial del Suelo pretende llamar la atención sobre el papel de los numerosos tipos de suelo de la tierra y sobre su papel en nuestro ecosistema. Estos disponen las variedades de biodiversidad de las plantas y animales que en él se sustentan y, naturalmente, consienten las actividades agrícolas fundamentales para el hombre.

Los suelos de nuestro planeta se componen de agua y minerales que se convierten en el alimento de las plantas y que, desde allí, pasan a formar parte del ciclo animal y humano. La nutrición es un sector clave en el que el suelo es vital y, así, lo demuestra el estudio por parte de los ingenieros agrónomos. No tenemos por qué asombrarnos si hoy, en el mundo hay más de 60.000 «científicos del suelo».

Es la biodiversidad del suelo quien determina los principales procesos biogeoquímicos necesarios para la vida sobre la tierra, pero, por esto, es necesario proteger la biodiversidad, nuestro suelo y el medio ambiente.