Enfermedades diarreicas de origen alimenticio e hídrico


food and waterborne

Una de las principales enfermedades en la salud pública de los países en vías de desarrollo son las enfermedades diarreicas, que todavía en la actualidad, no obstante los importantes avances de la sociedad mundial, se están convirtiendo en una preocupación persistente. Las enfermedades diarreicas son causadas por la exposición de una serie de agentes patógenos presentes en el agua y la comida. La transmisión de esta enfermedad es debida a cuestiones climáticas estacionales, como las precipitaciones y lluvias extremas y altas temperaturas del aire y el agua. El sector de población más golpeada por síntomas de diarrea son los niños y los ancianos y, generalmente, todos los que están sujetos al uso de aguas subterráneas no tratadas de forma adecuada.

Aunque los modelos difieren del lugar y de los agentes patógenos, en general, las altas temperaturas crean las mejores condiciones para la difusión de las enfermedades diarreicas, sobre todo, salmonelosis y campilobatteriosis. Se ha demostrado que las epidemias de enfermedades diarreicas aumentan cuando el flujo de cursos de agua aumentan a causa del rápido deshielo de nieve y glaciares.

En los países más pobres y sin un adecuado sistema de desagües urbanos provocan la mayoría de enfermedades gastrointestinales debidas a causa de fuertes lluvias, que por culpa de esto, han aumentado casi un 30% de las enfermedades gastrointestinales y desbordamiento de aguas residuales (con altas concentraciones del Changa, Cryptosporidium Parvus y Campilobacter). La causa del creciente cambio climático, las enfermedades transmitidas por el agua se extenderán más en el futuro y en algunas regiones como en los Grandes Lagos de los Estados Unidos. Los modelos climáticos ya han previsto un aumento del 50% al 120% por desbordamientos de agua, antes de 2100.

Un análisis sobre estas enfermedades transmitidas por el agua, que se han manifestado en el mundo desde el 1910 al 2010, ha demostrado una vital asociación entre inundaciones y lluvias torrenciales con la difusión de las enfermedades trasmitidas por el agua. Solo una mejor infraestructura que gestione las aguas de lluvia y las residuales, gracias a una atenta proyección urbana, puede reducir el riesgo de enfermedades de este tipo. También, la puesta en marcha de una vigilancia atenta y manutención de infraestructuras puede ayudar a reducir muchos riesgos unidos a las enfermedades más sensibles al clima.

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Solo tenemos un hogar.
Haríamos bien en cuidarlo.