Día Mundial del Agua
22 Marzo ...
Ya hemos destacado la salud de nuestro planeta y ofrecido algunos consejos concretos sobre cómo preservarlo y proteger nuestro medio ambiente, pero es necesario hacer hincapié en los siguientes puntos porque solo cuidando de nuestra madre tierra y del medio ambiente, que está compuesto por una miríada de elementos, tendremos la oportunidad de continuar nuestro desarrollo en armonía con la naturaleza, que es nuestro sistema de soporte vital.
Recientemente, la Plataforma Científico-Política Internacional sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (un panel climático muy similar al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, una plataforma científica que reúne a miles de científicos e investigadores de todo el mundo) lanzó una grave alarma: la biodiversidad mundial se está deteriorando a un ritmo alarmante. Esta alerta no debe subestimarse porque la humanidad en su conjunto está indiscutiblemente ligada a todas las formas de vida de la tierra: flores, plantas, bosques, insectos, animales, océanos, mares, lagos, cursos de agua, aire…
Además, el proceso que convierte una tierra fértil en un desierto, la conocida como «desertificación», parece afectar cada vez a más lugares del mundo. Las causas que pueden provocarla son diversas: el cambio climático, la sequía, las prácticas agrícolas irresponsables, por citar las más impactantes. Por desgracia, unos 3.600 millones de hectáreas de tierra se ven afectadas por la desertificación cada año. Es importante actuar y encontrar soluciones rápidamente para revertir este fenómeno, ya que los daños resultantes no solo amenazan nuestro medio ambiente y la biodiversidad, sino que también causan graves problemas a los seres humanos: algunas poblaciones se ven obligadas a abandonar sus territorios y reubicarse a causa de la desertificación.
La conservación de los bosques es crucial para la humanidad. Los bosques, que cubren alrededor del 30% de la superficie terrestre, son con diferencia los ecosistemas más ricos en biodiversidad terrestre. Se estima que alrededor del 80% de la gran biodiversidad de la Tierra, como animales, insectos y especies vegetales, se encuentra en este hábitat. Además, los bosques desempeñan un papel fundamental en la absorción de CO₂ y, al igual que los océanos, libran un papel clave en la regulación del clima. Estas pocas razones deberían bastar para convencernos de que debemos protegerlos porque ya están en riesgo. Por lo tanto, hay que poner fin a la explotación salvaje, regular la tala y supervisarla mediante organizaciones especiales, e introducir políticas específicas de reforestación. En concreto, cada año se utilizan millones de metros cúbicos de madera para diversos fines, como la construcción, la minería y la decoración. Una de las principales razones de la deforestación es la tala comercial de árboles, y solo con políticas y normativas adecuadas será posible preservar estos importantes recursos vitales.
Por lo tanto, los bosques existentes deben protegerse mejor y las personas que dependen de ellos deben hacer oír su voz en promover que los gobiernos locales hagan lo posible para controlar el estado de los bosques e intervenir cuando sea necesario y apropiado con la reforestación y prohibiendo el uso de herbicidas dañinos cuando la agricultura se realice cerca de los bosques. También es necesario combatir los incendios forestales, ya sean debidos a causas o procesos naturales (rayos o roce entre la vegetación con el aire seco, que causan chispas involuntarias) o a la culpa humana (acciones deliberadas o negligentes). De hecho, los incendios siguen siendo una de las amenazas más peligrosas y temidas para los bosques.
Greenpeace, una de las organizaciones no gubernamentales medioambientales más importantes y activas, ha calculado que cerca del 90% de toda la madera producida en la Amazonia procede de actividades ilegales. Según el Banco Mundial, cada año el comercio global de madera ilegal genera un valor económico de unos 15.000 millones de dólares y, con casi 4.000 millones, Estados Unidos es considerado el mayor consumidor de madera. Detener el comercio ilegal de madera significa desalentar la tala incontrolada.
Por lo tanto, el papel de los gobiernos en la conservación de los bosques se convierte en un deber: aunque el gobierno de cada país está muy preocupado por la conservación de sus recursos forestales y cuenta con diversas normativas y leyes para la protección de los bosques, hasta ahora no todas las leyes y normativas se han aplicado de forma eficaz. Aún hay margen de mejora. Los gobiernos deberían adoptar una actitud más activa hacia la conservación de los bosques y tomar medidas para:
Criar una sola vaca puede llevarse unos 2,5 acres de bosque. ¿Sabía que un solo cuarto de libra necesario para producir una hamburguesa puede llevarse 55 metros cuadrados de bosque? El consumo anual medio de este producto por parte de alguien a quien le gusta comer carne de forma habitual contribuye a sustraer casi 3 acres de bosque al año, mientras que las necesidades alimentarias anuales de un vegano sustraen una sexta parte de un acre de bosque y las de un verdadero vegetariano medio acre.
El cambio climático y sus efectos tienen una enorme influencia en la salud de nuestro planeta y, en particular, en nuestros bosques. Los científicos y climatólogos temen que, con el tiempo, el aumento de las temperaturas en los océanos altere sustancialmente los patrones normales de las tormentas, provocando una desecación significativa de la selva amazónica para 2040 y quizá incluso antes. En estas condiciones climáticas, la capacidad de los bosques para almacenar carbono podría disminuir significativamente, agravando los problemas y daños causados por el clima y sus cambios.
Puede contribuir uniéndose a organizaciones dedicadas a la conservación de los bosques o ser aún más proactivo, recogiendo y eliminando todos los residuos que encuentre en las excursiones, por ejemplo.
Cuanto más papel consumimos, más fomentamos la deforestación: así que intentemos utilizar productos de cáñamo y reduzcamos al máximo el consumo de bolsas, platos y vasos de papel; cuando haga la compra en el supermercado, se recomienda encarecidamente el uso de bolsas de tela. No lo olvide: ¡mejor papel 100% reciclado! Y si tenemos que añadir o sustituir muebles en casa o en la oficina, deberíamos comprar únicamente muebles de madera procedentes de fuentes certificadas.
Todos tenemos un papel que desempeñar en la protección del medio ambiente, empezando por el cuidado personal. Si utilizamos productos que dejan una huella ecológica, el impacto en el medio ambiente es inevitable, pero si opta por cosméticos «respetuosos con la biodiversidad», producidos de forma sostenible y sin ingredientes químicos, contribuirá sin duda a preservar la naturaleza. Algunas fórmulas, como la etiqueta ecológica de la UE, garantizan que los productos son respetuosos con el medio ambiente. Además, debería intentar limitar su consumo al mínimo.
Si realmente le importa la naturaleza y quiere contribuir a preservarla, intente utilizar sus aparatos el mayor tiempo posible, o hágalos, reparar en lugar de tirarlos: esto contribuye a ser más ecológico. Si el aparato no puede repararse, llévelo a un centro de recogida.
Como Internet también consume mucha energía, puede compensar las emisiones de CO₂ relacionadas con sus actividades en línea, limitando el tiempo que pasa conectado. Algunos motores de búsqueda, como Google, ya utilizan electricidad 100% verde. Investigue un poco y opte por buscadores ecológicos.
La biodiversidad tiene una importancia fundamental para todo el ecosistema que representa nuestro planeta. En la naturaleza existen delicados equilibrios y todas las especies están interconectadas. De hecho, la biodiversidad es algo más que un conjunto de plantas y animales que viven en la tierra, la biodiversidad tiene que ver con los ecosistemas locales y el fomento de unas condiciones saludables para el crecimiento de todos los organismos del planeta. Por eso, debemos ser más respetuosos con la naturaleza y el medio ambiente.
Se calcula que un millón de especies animales y vegetales están amenazadas de extinción, y la situación es aún más alarmante si se tiene en cuenta que muchas de ellas podrían extinguirse en pocas décadas. Este escenario amenazador para el planeta y su biodiversidad fue puesto de relieve por el Informe de Evaluación Global de la Biodiversidad y los Servicios de los Ecosistemas de 2019. Este mismo informe reclamaba cambios drásticos en los hábitos humanos y acciones concretas para restaurar y proteger la naturaleza y su biodiversidad. El Informe también concluyó que los ecosistemas de los que dependemos los seres humanos y todas las demás especies se están deteriorando más rápido de lo que pensamos, afectando a los cimientos mismos de nuestras economías, medios de vida, seguridad alimentaria, salud y calidad de vida en todo el mundo.
Un sinfín de institutos y organizaciones actúan de forma proactiva para proteger la naturaleza y la vida salvaje. Puede encontrar una de estas organizaciones y, si su campo de acción coincide con sus inquietudes, considere la posibilidad de dar apoyo financiero o de ofrecerse como voluntario para realizar trabajos prácticos o de conservación de la naturaleza. Toda la vida en la Tierra está conectada con los océanos, que por ello merecen una atención especial: si vive cerca de la costa, puede unirse a un grupo local e implicarse en proyectos para proteger los océanos. Cuanto más aprenda sobre estos temas, más querrá contribuir. Comparta estos conocimientos para educar e inspirar a los demás.
Muchos hogares y proyectos de viviendas modernos pueden hacer uso de estas tecnologías para reciclar las fuentes de agua usadas y evitar así el derroche innecesario de este líquido vital. Esta iniciativa, siempre que sea posible, requiere invertir en plantas de tratamiento y grandes depósitos que pueden instalarse en los cimientos de la casa o en un lateral de la misma. Utilizando estos métodos siempre que sea posible, su casa dispondrá siempre de agua corriente limpia y no estará extrayendo mucha de las fuentes naturales cercanas a su lugar de residencia.
La desertificación es el proceso por el cual la tierra fértil se convierte en desierto. Puede estar causada por varios acontecimientos juntos: el cambio climático, la sequía y las prácticas agrícolas irresponsables. La desertificación provoca pobreza, escasez de alimentos y agua y la emigración forzosa de algunas poblaciones. Para hacer frente a estos problemas, es importante tomar medidas que ayuden a prevenir la desertificación. Si usted se dedica a la agricultura, puede cambiar sus métodos y ser más sensible con el medio ambiente. Para reducir la desertificación podemos
Y si no dispone de terreno, puede acudir a su biblioteca local y pedir a un bibliotecario que le indique algunas buenas fuentes para aprender más sobre este tema, de modo que pueda utilizar su voz para ayudar a marcar la diferencia siempre que sea necesario.
La ropa que llevamos dice mucho de nuestro carácter y estilo, pero quizá no todo el mundo sepa que la mayoría de los procesos de producción de los tejidos (naturales o sintéticos) utilizados para confeccionar algunas de nuestras prendas tienen un impacto medioambiental que no debe subestimarse. La producción de una fibra natural como el algodón, por ejemplo, utiliza mucha agua y pesticidas durante su cultivo, o bien, el proceso de teñido de algunos tejidos concretos utiliza disolventes químicos, y otros, como el proceso de teñido de un par de vaqueros, consumen cantidades considerables de agua (unos 10 mil litros de agua por par de vaqueros).
Conservar la ropa el mayor tiempo posible es, por tanto, una buena práctica y, siempre que sea permisible, debemos intentar comprar prendas fabricadas con materiales vegetales (greenmojitobio y clothingvegan). Cuando decidamos no ponérnoslas más, deberíamos venderlas en línea (subito.it y vinted.com) reduciendo la posibilidad de implicar más procesos de producción potencialmente dañinos para el medio ambiente.
Ciertamente, los medicamentos químicos son a menudo inevitables, pero hay aspectos que se pueden cuidar, como almacenar los medicamentos no utilizados en recipientes adecuados para limitar su dispersión en el medio ambiente. Por ejemplo, es mejor llevar los medicamentos caducados o innecesarios a la farmacia en lugar de tirarlos a la basura o por el fregadero. Utilice también antibióticos solo cuando sea realmente necesario y opte por anticonceptivos no hormonales en lugar de las píldoras habituales, que acaban en los ríos y complican la reproducción de peces y anfibios.
Para ayudar a preservar nuestro medio ambiente, la única manera es volvernos «más verdes» y hacer cambios sencillos en nuestro estilo de vida. Eduque a sus familiares y amigos sobre la importancia del medio ambiente, explicándoles que todos dependemos de él e invíteles a adoptar una actitud más sensible hacia nuestro planeta siguiendo nuestros consejos. Y sea más activo en estas labores: